«En el siglo XXI pasamos de una concepción de la inmigración basada en el control y persecución fundamentada en una ley de la dictadura militar de 1976 -y sancionada en 1981- a una de bienvenida y regularización basada en la Ley 25.871 que declara a la migración como un derecho humano. Fue en ese clima político de principios de siglo, en que parecía dominar un discurso “integracionista” que apelaba a la “hermandad latinoamericana”, que una nueva generación de descendientes de inmigrantes limítrofes se convertía en juventud, despertando a una conciencia de sí que fue acompañada y avalada por normativas y políticas migratorias, e incluso por una sociedad que comenzó a acercarse a los países de la región, a revisar su propia historia y a cuestionar sus supuestos orígenes.»
Palabras clave: desigualdad, migraciones, Natalia Gavazzo, trabajo.