«Desde la segunda parte del siglo XX, la palabra peludo denomina a las personas vinculadas al trabajo rural en la ciudad de Bella Unión, situada en el departamento de Artigas, en la frontera territorial que Uruguay comparte con Argentina y Brasil. Considerando los sucesivos y múltiples procesos de acción, coproducción, representación y significación este libro aborda la historia fragmentaria de esta palabra peludo-, de las personas que se autodenominan a partir de ella y del sujeto que refiere los peludos- como vía de acceso a las sedimentaciones y transformaciones que, entre 1940 y 2006, tramaron algunas de las diversas narrativas sobre la nación en Uruguay. Más específicamente nos preguntamos por los procesos sociales, políticos y culturales que constituyen los márgenes de estas narrativas: por las representaciones y lenguajes que las hacen posibles, las impugnan o legitiman y por los actores y los contextos que intervienen en ello. El Capítulo 1, a partir de los tres accesos posibles a Bella Unión, presenta tres recorridos por la ciudad para dar cuenta de algunos aspectos de las relaciones sociales y materiales que tramaron y traman a los/as peludos. El Capítulo 2 (1940-1960) está dedicado a las escalas (nacional/regional/local) en que fue registrado el nacimiento de la agroindustria azucarera en Bella Unión, las tensiones que esto supuso y los modos en que los trabajadores empleados en el corte de caña de azúcar en el período trazan genealogías complementarias para la palabra peludo al mismo tiempo en que construyen su relación con la nación. El Capítulo 3 (1961-1971) aborda el inicio de la movilización sindical y la radicalización política en los años sesenta. El surgimiento del sindicato que reúne a los peludos la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA)- y las cinco marchas realizadas hacia Montevideo entre 1962 y 1971 son analizadas como un ritual de larga duración que, a partir de una serie de repertorios culturales, políticos y religiosos disponibles, colaboró en la coproducción de su representación miserabilista y épica. El Capítulo 4 (1972-1984) analiza los modos en que peludo y los peludos se integraron, fueron integrados y experimentaron los sistemas clasificatorios que resultaron de la violencia política y el terrorismo de Estado y lo que podrían considerarse cronologías y formas locales de implicación nacional. El Capítulo 5 (1985-1999) analiza el proceso de reorganización sindical tras la dictadura cívico-militar para advertir las tensiones que supuso el diálogo intergeneracional y sus relaciones con la complementariedad del proceso de reconversión productiva de la agroindustria y los procesos de conversión religiosa y ético-política que configuraron nuevas formas de actuar, hablar y representar la política a partir de la crisis de la agroindustria en los años noventa. Finalmente, el Capítulo 6 (2000-2006), toma tres eventos recientes para analizar los modos en que la militancia de la UTAA fue definiendo su participación en la sociedad política, su diálogo con el Estado/gobierno, su inserción en el actual escenario político y las tensiones que esto supone. El libro cuenta también con una Introducción, siete Registros de Campo (descripciones etnográficas que anticipan los tópicos abordados en el capítulo siguiente) y Conclusiones en las que se sintetizan algunos de los problemas que recorren la tesis: la construcción de representaciones sociales, las consecuencias prácticas de las palabras y la producción de los peludos como sujeto. Todo ello para revisar las relaciones entre las narrativas nacionales, las formaciones nacionales de alteridad y las f(r)icciones en que éstas se sustentan».
Palabras clave: cultura, nación, política, Silvina Merenson, trabajo rural.